jueves, 30 de mayo de 2013

Proporcionar un ambiente familiar estructurado



 

Lograr un ambiente familiar estructurado es una de las condiciones más difíciles de conseguir. La familia de un niño hiperactivo necesita una organización y una estructuración muy clara, sin embargo, algunos aspectos dificultan que sea así:

- En muchas ocasiones por lo menos uno de los padres es un adulto hiperactivo al que a su vez le cuesta organizarse y no alterarse.

- Los padres suelen mostrar mucha ansiedad ante las dificultades con las que se encuentra su hijo.

- En ocasiones las expectativas no son las adecuadas para el niño. Se le exige mucho en unos aspectos y se le sobreprotege en otros.

- El niño hiperactivo es más difícil de llevar si no se tienen unos límites educativos claros y consistentes.

- Los padres ponen frecuentemente un límite a las malas costumbres (le llaman a bañarse y si no viene, le obligan a hacerlas), pero no en el momento adecuado (le llaman 10 veces antes de ir a por él), lo que provoca que apliquen los límites, cuando ya están hartos, en momentos de descontrol emocional.

- Muchos padres no prevén situaciones de alto riesgo por lo que no pueden evitar el mal comportamiento de sus hijos.

- Las exigencias no están en consonancia con la capacidad del niño.

No activar al niño con su comportamiento

Al analizar las características del niño hiperactivo no es difícil darse cuenta de que estos niños tienen una facilidad extraordinaria para activarse y mucha dificultad para inhibirse y controlarse. Por este motivo son niños más vulnerables a la influencia del entorno. Si el entorno es estresante, si los gritos son frecuentes, si el ambiente es desorganizado, es muy probable que su inestabilidad se manifieste en forma de una hiperactividad incontrolada y una excitabilidad muy marcada.

Los padres pueden ayudar a crear un ambiente menos estresante y más relajado para que el niño se conduzca más templadamente, pero a menudo se encuentran con la dificultad de que, en gran medida, ellos también sonhiperactivos.

Estos consejos pueden ser útiles:

- No grite, los gritos proceden en casi el 100% de los casos de intentos infructuosos de controlar la conducta del niño.

- Dé la consigna al niño una vez, dos, por si no ha oído y si, aun así no responde, vaya a buscarle y, sin chillar, oblíguele a hacer lo que se le ha pedido.

- No le dé demasiadas órdenes al mismo tiempo, se liará y no hará ninguna.

- Cree hábitos en casa. Si el niño se acostumbra a la rutina de, ducharse, secar el agua que se ha caído fuera del baño y llevar la ropa sucia a lavar, se ahorrará perseguirle todos los días. Exíjale siempre las mismas rutinas y ayúdele registrando su buena conducta cada vez.

- No razone con exceso sus demandas. Si usted es de las personas que cree que tiene que razonar y explicar siempre el porqué de sus demandas a sus hijos.

- Recuerde que los castigos se deben cumplir siempre. No amenace en umomento de enfado y ofuscación, sino que mándelo a su cuarto y después hablarán del castigo así podremos pensar en el más adecuado.

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