martes, 29 de abril de 2014

Encuentro de familias TDAH. Sevilla

El próximo día 24 de Mayo Aspathi realizará encuentro de Familias TDAH (Asistencia libre) en el Parque del Alamillo (Zona del Cortijo) a partir de las 12:00 horas, pasaremos juntos el día. 

Cada familia llevará sus viandas y sus mejores especialidades culinarias, para compartir y disfrutar todos juntos.


Para más información de asistencia llamar al Tlf: 615268903.

miércoles, 16 de abril de 2014

"Lo más difícil es diagnosticar bien a un niño con déficit de atención"

Especialista en el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, Juan Antonio Hormaetxea señala que lo más difícil es hacer el diagnóstico
OLGA SÁEZ - Sábado, 12 de Abril de 2014 - Actualizado a las 05:49h


BILBAO. Juan Antonio Hormaetxea, médico especialista en psiquiatría, se ha formado en Inglaterra y Estados Unidos, pero además, su empatía con los niños y adolescentes que padecen TDAH está avalada por su propia experiencia: también él fue un niño hiperactivo. Hormaetxea es partidario de recurrir a la medicación sólo en caso necesario y, siempre, de la mano de la psicoterapia.
¿Qué diferencia hay entre un niño con déficit de atención, un mal estudiante o un travieso?
-Hasta hace pocos años no se disponía de instrumentos de evaluación para el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Un TDAH no tratado te puede llevar al fracaso escolar y puedes ser un mal estudiante por tener un TDAH. Lo que está claro es que un niño tiene que moverse, ser activo, pero no por eso tiene que ser necesariamente hiperactivo. En esos casos, los síntomas tienen que tener una frecuencia y una intensidad que afecten a su vida diaria. Además, se debe manifestar en diferentes ámbitos, por ejemplo, en clase, en casa y en la consulta. Porque sí ha habido una tendencia, y es una crítica merecida que hemos recibido, de que se medicaba con demasiada ligereza.
Otra de las cosas que inquietan es que a un mismo niño se le puede considerar movido o hiperactivo. ¿Es difícil diagnosticar?
-Depende de los síntomas que tenga. Por ejemplo, el déficit de atención es más frecuente en los niños que en las niñas. El diagnóstico se puede confundir porque puedes tener falta de atención sin ser muy movido. Y también hay otro mito y es lo que me pasó a mí. Yo he sido muy hiperactivo, muy impulsivo pero no tenía falta de atención. Sacaba buenas notas y entonces mi comportamiento lo achacaban a falta de educación. Además, la hiperactividad y la impulsividad tienden a remitir con el tiempo.
¿Qué signos son la alarma que deben tener en cuenta los padres para que tampoco todos los niños traviesos o despistados pasen por la consulta de un psiquiatra?
-Si son muy pequeños, que no vean el peligro, crucen sin cuidado, dificultades para dormir, niños llorones, falta de control de los impulsos, desafiar, retar y sobre todo, cuando eso ocurre con una frecuencia importante y una intensidad. Luego hay datos que se pueden ver desde pequeños. La base del déficit de atención es genética. Lo que pasa es que de adulto se manifiesta de otra forma. Pero hay un 80% de heredabilidad, es decir, de vulnerabilidad, ser más propensos a la enfermedad. Hay factores ambientales que lo desencadenan como pueden ser determinadas infecciones durante el embarazo, un parto complicado o con fórceps, que te hayas dado un golpe en la cabeza... son datos orientativos.
¿Qué edad es la más adecuada para hacer un diagnóstico?
-Lo ideal es entre 5 y 15 años. Se puede hacer pronto incluso con 3 o 4 años, pero hay que esperar porque muchos de estos síntomas van remitiendo.
Dice usted que es genético en un 80%, de los casos ¿cómo se explica que muchos de los niños adoptados sean diagnosticados de TDAH?
-Se hereda la vulnerabilidad, la tendencia que tu tienes. Es cierto que muchos niños que son adoptados de países del Este presentan este síndrome porque en estos países tienen muchos problemas con el alcohol. Hay el síndrome alcohólico fetal, si la madre ha ingerido alcohol durante el embarazo tienen este síndrome, además de presentar un déficit cognitivo.
Por lo general los psiquiatras recurren la mayor parte de las veces, por no decir siempre, a la medicación ¿es el único tratamiento?
-La medicación viene después de sopesar y saber los posibles efectos secundarios que puede provocar y con el objetivo de que el chaval vaya a tener una clara mejoría. La medicación controla los síntomas, pero también mejora la autoestima y la tolerancia a la frustración. Primero hay que intentar con la sicoterapia. Y también alternativas naturales, sobre todo en niños en los que no hay fracaso escolar y es un problema de impulso más que de conducta.
¿Hay profesionales de la salud mental que dicen que la medicación del TDAH es como las anfetaminas en un niño?
-Lo que se está comercializando a día de hoy en Europa no tiene nada que ver con las anfetaminas. Hay estudios que demuestran que chavales que de niños tomaron medicación durante periodos de tiempo prolongados, esa medicación les ha prevenido frente a un consumo posterior de determinadas substancias, así como de desarrollar trastornos de personalidad.
¿Están preparados los colegios para atender a estos niños?
-Hemos sufrido muchas cosas, pero ahora de cara a la selectividad o al examen de grado superior hemos conseguido que corroborando un diagnóstico de TDAH se les haga el examen en base a su dificultad. Se les deja algo más de tiempo, en un lugar alejado de zonas de distracción... y también en colegios e ikastolas se aplica en protocolos específicos para estas personas porque es muy importante que no se les estigmatice

Entrevista a nuestra presidenta, en Diario de Sevilla

"A los niños con trastorno TDH no les gustan los iguales, no les entienden"

El trastorno la ha convertido en hiperactiva. Da clases de Estadística, hace la tesis doctoral y ha creado la Escuela de Padres para niños con TDH.
francisco Correal | Actualizado 05.04.2014 - 14:25
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Ana María Domínguez, en la sede de Aspathi, cerca de Santa Justa. / Manuel Gómez
BENJAMÍN cumple diez años el 12 de julio, un día antes de la final del Mundial. Estudia en las Mercedarias y juega al fútbol en las Salesianas. Es un campeón, hijo de una campeona, Ana María Domínguez Quintero (Huelva, 1969), que preside la Asociación Sevillana de Padres Afectados por Trastornos Hipercinéticos. 

-¿El último paso? 

-He estado en Amsterdam. La federación andaluza se ha integrado en la asociación europea. 

-¿Cuáles son los síntomas de ese trastorno? 


-Falta de atención e hiperactividad. Los diagnósticos no los hacen los médicos hasta los seis años porque hasta esa edad los niños no tienen el cerebro suficientemente desarrollado. 

-¿Cuando lo detectó en su hijo? 


-En la guardería, por Sonia, su profesora, y un padre que es médico radiólogo en el Macarena. 

-¿Cómo lo llevan ellos? 

-Se sienten excluidos, discriminados. Hubo madres que me dejaron de saludar porque mi hijo era el terror de la clase. Hay mucho prejuicio con estos niños. 

-¿Tiene cura? 


-Es un trastorno crónico que no tiene una prueba concluyente. Ni radiografía o analítica. El trastorno es un retraso madurativo del lóbulo frontal del cerebro. En la neurotransmisión falta una sustancia, dopamina. 

-¿Esto la ha convertido a usted en hiperactiva? 


-No hay más remedio. He tenido que crear una escuela de padres en la asociación; estoy pendiente de todo lo que se publica. Doy clases de Estadística en Económicas y en Turismo y Finanzas. Y quiero retomar la tesis que dejé cuando nacieron mis hijos. 

-¿Sobre qué? 
-Sobre turismo cultural. Acabo de venir de York (Inglaterra) donde voy a trabajar tres meses. He visto el colegio para mis hijos. Gonzalo, el mayor, está encantado. A Benjamín no le hacía mucha gracia sacarlo de su rutina. 

-¿Trastorna la edad del niño? 


-Otro rasgo del trastorno es la inmadurez. Es como si tuvieran tres años menos. Si tiene 13 años, se comporta como uno de diez. Si tiene nueve, como uno de seis. A la mayoría les gusta jugar con niños más pequeños o con adultos. Los iguales no les gustan porque no les entienden. 

-¿Qué le gusta a Benjamín? 


-La pesca y los animales. Nunca ha visto dibujitos en la tele. Prefiere programas de animales. En el parque de cocodrilos de Torremolinos ya nos conocen. Hacía natación, pero ahora dos veces a la semana juega al fútbol. Le viene muy bien porque le socializa y aprende un código de normas. 

-¿Cuántos socios tienen? 


-Sobre 130. Este año se han inscrito casi cincuenta nuevas familias. En noviembre se celebró el congreso andaluz del TDH en Córdoba y fue un éxito, casi quinientas inscripciones. 

-¿Qué ayudas reciben? 

-Ninguna. Unos quinientos euros el año pasado del Ayuntamiento. 

-¿Él qué quiere ser de mayor? 


-Benjamín dice que quiere ser arqueólogo. Siempre pide de regalo libros de dinosaurios. Aunque a su padre no le gustan los animales, los Reyes le echaron una pecera. 

-¿Hay un perfil de padres? 


-No influye el nivel de estudios ni el de renta. Es genético. 

-¿Y en familias con desarraigo? 

-El TDH no tratado en adultos tiene muchas posibilidades de caer en el consumo de drogas. 

-¿Qué lección ha aprendido la profesora universitaria? 

-Que en estos niños es mucho más eficaz un refuerzo positivo que un castigo. Va dos veces en semana a la terapia y ha cambiado como de la noche al día. 

-¿La sociedad ayuda a normalizar al que lo sufre? 


-Debería, porque es completamente normal. Hay muchos famosos con TDH. Lo tiene el psiquiatra Luis Rojas-Marcos, igual que sus hijos, y le ha dedicado libros al trastorno. TDH son Pablo Motos, el nadador Michael Phelps, el tenista Verdasco, Bill Gates o el cantante Dani Martín. 

-¿Es un asunto social? 

-Puede surgir el componente de la impulsividad. En las cárceles dicen que el cincuenta por ciento son TDH. 

-¿Qué le hace distinto a su hijo? 

-No tienen noción del tiempo. Puede pasarse veinte minutos mirando la goma y el sacapuntas. Para ellos la agenda no es necesaria, es imprescindible. 

-¿Qué aficiones tiene la madre? 

-No tengo tiempo. Leer, cuidar mis macetas, pasear, ver el fútbol para recordar cuando mi padre me llevaba de pequeña al Colombino. Pero el lema de nuestra asociación debería ser Si tuviera tiempo. Si tuviera tiempo, leería todo lo de Antonio Gala, todo lo de Agatha Christie, vería todas las películas de Woody Allen. 

-¿Hay que tener una pasta especial? 

-La tasa de separaciones y divorcios es mayor en familias con TDH porque tienen que estar muy de acuerdo los padres en cómo establecer las normas y las reglas y a veces eso no es fácil, se desautoriza uno al otro y la convivencia es muy difícil. 

-¿Es un trastorno dormido? 

-Latente, sigiloso. Dicen que el porcentaje de niños afectados en todo el mundo, que no todos están diagnosticados, puede ser de un cinco por ciento. Un índice muy alto. Y hay profesionales de la educación y la medicina que no lo reconocen.


Leer más:  "A los niños con trastorno TDH no les gustan los iguales, no...  http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1745200/los/ninos/con/trastorno/tdh/no/gustan/los/iguales/no/entienden.html#sSf30Mbma5tBvU9K
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miércoles, 9 de abril de 2014

"Son pocas las unidades de salud mental infanto-juvenil"

Noticia publicada hoy en Diario de Sevilla. Una visión objetiva de la actualidad del TDAH .
En ella, uno de los entrevistados comenta la raíz del problema en los diagnósticos: "la falta de recursos en la Administración Pública".

En ASPATHI , nuestra experiencia nos dice que los diagnósticos en ocasiones son erróneos, ya que en las unidades de salud mental no pueden dedicar el tiempo suficiente a realizar un buen diagnóstico. En una buena parte de los casos, los pediatras son los que descartan un TDAH en la consulta, sin derivar al especialista, retrasando un posible diagnóstico de un TDA, un Asperger,etc. Lo cual es el origen de que exista aún una importante población infantil con un trastorno por diagnosticar, retrasando su tratamiento, que a veces llega muy tarde.

Adjuntamos enlace de esta interesante noticia y un trozo de la misma.


http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1748017/hiperactividad/trastorno/aumento.html



Hiperactividad, un trastorno en aumento

Los pediatras detectan un creciente número de casos de TDAH debido a una mayor sensibilización.
Noelia Márquez | Actualizado 09.04.2014 - 08:39
 El 6,8% de los niños de entre 6 y 14 años padece trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), un problema de salud creciente en las consultas de pediatría en los centros de salud, según ha constatado la asociación andaluza que aglutina a estos especialistas en una reunión científica celebrada recientemente en Sevilla. 

La hiperactividad es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia y en la adolescencia que tiene su origen en múltiples causas: alteraciones en algunas zonas del cerebro, factores genéticos, ambientales y psicosociales. Este trastorno es reconocido como uno de los principales motivos de fracaso escolar y de incapacidad para mantener y desarrollar las relaciones sociales. Además de los síntomas centrales, el TDAH puede asociarse en algunas personas a desequilibrios emocionales, con baja tolerancia a la frustración y síntomas emocionales como baja autoestima y rechazo social, pudiendo llegar al aislamiento.

El diagnóstico y el tratamiento precoz es clave para estos niños, pero "en nuestro país, a pesar de los avances en los últimos diez años, la detección del TDHA todavía es tardía en un porcentaje demasiado elevado de los casos, con las implicaciones que esto supone para la vida del niño en el presente y en el futuro", advierte el Informe Pandah, un amplio estudio nacional en el que han participado 200 expertos en hiperactividad.

La detección tardía conlleva "fracaso escolar, aumento de cormobilidades, riesgo alto de problemas de relación en la adolescencia", entre otros, explica María Dolores Mojarro, profesora titular del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla y responsable de la unidad de investigación sobre TDAH. Mojarro incide además en que "la falta de tratamiento tanto farmacológico como psicológico acarrea que los riesgos aumenten".

Son tres los síntomas nucleares de este trastorno: falta de atención y/o hiperactividad e impulsividad o dificultad para controlar los impulsos. Estos síntomas persisten en la adolescencia en casi un 80% de los afectados. Pese a que la hiperactividad permanece en la mayoría de los casos, el informe Pandah recuerda que "muchos jóvenes con TDAH tendrán una buena adaptación en la edad adulta y estarán libres del trastorno". Para lograrlo, los niños con hiperactividad "necesitan un abordaje multidisciplinar: médico (psiquiatría infantil y neuropediatra), psicólogo clínico, psicopedagogos, etcétera", incide la profesora Mojarro. La administración tiene escasos recursos actualmente para cubrir totalmente las necesidades de esta población. "Son pocas las unidades de salud mental infanto-juvenil, y la forma de acceder a ellas vía pediátrica o bien vía salud mental de adulto", lo cual se traduce en tratamientos tardíos, subraya Mojarro.

A esta situación se añade otro problema para las familias: la existencia de especialistas que no reconocen este trastorno, lo cual también impide el diagnóstico precoz y refleja la necesidad de una "mayor formación del cuadro en los estudios de grado o cursos de posgraduados", comenta la profesora de Psiquiatría. También "serían necesarias más unidades y más equipos multidisciplinares para abordar la demanda", añade.

Los especialistas que participaron en el Informe Pandah destacan que otra de las dificultades para la detección de este problema de salud es "la ausencia de un itinerario o plan de actuación consensuado y establecido a nivel nacional en el ámbito sanitario y educativo". A partir de la sospecha o el diagnóstico "no hay un circuito establecido ni un equipo multidisciplinar que aborde el trastorno desde sus diversas dimensiones", añade el mencionado estudio.

Pese a estas dificultades, el trastorno se detecta con mayor frecuencia debido, entre otros motivos, a una mayor sensibilización en la población general y especialmente en las escuelas, donde suele detectarse las primeras señales de alarma.

Las familias reclaman atención a la administración
Las familias agrupadas en la Asociación Sevillana de Padres y Afectados con trastornos hipercinéticos (Aspathi) reclaman más atención a la administración. El diagnóstico precoz y el tratamiento temprano son clave para el desarrollo de los pequeños afectados, pero Aspathi lamenta que una serie de profesionales de la salud, tanto pediatras como psicólogos, no reconocen este trastorno, lo cual retrasa la asistencia. Los niños con hiperactividad suelen ser diagnosticados a los cuatro o seis años y habitualmente son los maestros los que detectan el problema. En un alto número de casos, las familias se ven obligadas a peregrinar tanto en la sanidad pública como en la privada hasta lograr el diagnóstico. Se trata de un trastorno que supone una "dificultad leve" si es tratado a tiempo, y que necesita una atención psicopedagógica que los padres tienen que asumir. En estas sesiones los niños aprenden a utilizar herramientas para la estimulación conductual, a manejar la frustración y trabajar las emociones.