viernes, 21 de febrero de 2014

Los ángeles que salvaron a Luis Rojas Marcos

Adjuntamos extracto d noticia publicada esta semana en el Diario de Sevilla. Grandes mensajes del que fue un niño hiperactivo.

Pueden leerla íntegra pinchan do aquí:

http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1713390/los/angeles/salvaron/luis/rojas/marcos.html

El prestigioso psiquiatra recibió el III Premio Manuel Clavero con un discurso en el que hizo un llamamiento al optimismo y el buen humor.Luis Sánchez-Moliní | Actualizado 20.02.2014 - 13:14


Sin papeles y con un fino sentido del humor, dentro de la más pura tradición de la oratoria norteamericana de eventos, trufando su discurso con anécdotas que arrancaron las carcajadas del público, pero que escondían un mensaje claro y profundo: los españoles deben abandonar el pesimismo y tomar la senda del optimismo. Así fue la intervención del psiquiatra Luis Rojas Marcos el pasado martes, en el Hotel Alfonso XIII, durante el acto en el que recibió el III Premio Manuel Clavero que concede Diario de Sevilla y patrocina la Fundación Persan, una auténtica "galería de sevillanos ilustres", tal como lo definió el periodista Ignacio Martínez durante la presentación de los oradores.

Un "abrumado" Luis Rojas Marcos prescindió del discurso que llevaba escrito para, entre otras muchas cosas, hablar de aquellos "ángeles" que lograron que un niño hiperactivo, que probablemente estaba abocado al fracaso escolar y a problemas más graves en la vida adulta, consiguiera llegar a ser un psiquiatra de referencia internacional. Entre ellos, la directora del Santo Ángel, doña Lolina, que consiguió que terminase el Bachillerato tras ser descartado por los jesuitas de Portaceli; o un médico ecuatoriano que le salvó en sus primeros meses en el Good Samaritan de Nueva York de un error idiomático que le podría haber costado la carrera en EEUU (confundir I see you, te veo en español, con ICU, las siglas en inglés de Cuidados Intensivos); o aquel otro "ángel anónimo" que le salvó literalmente la vida el 11 de septiembre cuando le indicó que se fuese a otro edificio para conseguir cobertura en el móvil. "Son personas que creen en ti, que ven que hay algo en ti que se puede rescatar".

Luis Rojas Marcos también quiso hacer un llamamiento a la solidaridad. "Las comunidades que son tolerantes, que apoyan la convivencia, que son generosas y solidarias, son comunidades que duran más, que prosperan más. El mejor negocio es el bien común".

Asimismo, el psiquiatra, que sucede en el premio al cardenal Amigo y al empresario José Manuel Lara, criticó el viejo vicio español del pesimismo para reivindicar la necesidad de tener una visión optimista de la vida, algo que "está en nuestros genes". Finalizó el discurso con una emocionante anécdota con la que quiso reivindicar la "importancia del sentido del humor para darle perspectiva a las cosas serias". "Yo le pregunté a mi madre anciana: -Mamá, el día que te mueras, ¿prefieres que te enterremos o que te incineremos?-, a lo que mi madre contestó con una sonrisa picaresca: -Luis, dame una sorpresa-". Fin del discurso, carcajada y larga ovación del público.

Todos los oradores que tomaron la palabra en el acto no ahorraron elogios para Luis Rojas Marcos. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, mostró su ...

lunes, 17 de febrero de 2014

Estudio relaciona el DDT y otros plaguicidas con trastornos neuronales en niños

Citamos extracto de un interesante artículo de la revista tendencias 21.  Podéis verlo completo pinchando aquí:

http://www.tendencias21.net/Estudio-relaciona-el-DDT-y-otros-plaguicidas-con-trastornos-neuronales-en-ninos_a30966.html


Expertos hablan de una “pandemia silenciosa” a nivel planetario, y señalan la necesidad urgente de aplicar medidas de control



Una reciente investigación realizada por científicos de EEUU ha revelado que el DDT y otros pesticidas pueden provocar el aumento de ciertos trastornos del desarrollo neurológico en los niños, como TDAH o dislexia. El estudio se suma a diversas evidencias recientes que han vinculado este plaguicida a enfermedades como el alzheimer o la obesidad. Aunque el DDT fue prohibido a finales del siglo XX, sigue presente en el medioambiente y en la cadena alimentaria. Por Yaiza Martínez.






Molécula de DDT. Imagen: Benjah-bmm27. Fuente: Wikimedia Commons.
Molécula de DDT. Imagen: Benjah-bmm27. Fuente: Wikimedia Commons.
En 1948, el químico suizo Paul Hermann Müller ganó el Premio Nobel de Medicina por su descubrimiento del DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano), un compuesto organoclorado incoloro y cristalino muy usado hasta los años ochenta como insecticida y plaguicida.

Sin embargo, a finales de los años 70, y tras una campaña mundial que alegaba que este compuesto se acumulaba en las cadenas tróficas, y ante el peligro de contaminación de los alimentos, se prohibió su uso.

En España, la prohibición llegó en los años 80, pero en 2003 aún hubo un informe de Greenpeace denunciando su utilización dentro de nuestras fronteras.

En el pasado, diversos estudios han demostrado que, como sucede con muchos insecticidas organoclorados, el DDT da lugar en los animales a efectos hepáticos, renales, reproductivos e inmunitarios. Otras nvestigaciones han constatado que el DDT también deja rastro en los humanos.

Y lo sigue dejando pese a las prohibiciones, porque es un compuesto originalmente diseñado para ser muy resistente a la degradación, por lo que sigue presente en el medioambiente y en la cadena alimentaria. Eso sin contar que aún se utiliza para el control de plagas en ciertos países, como Marruecos o Sudáfrica.

En general, por tanto, se estima que la mayoría de las personas estamos expuestas a DDT o a su principal metabolito, el DDE, ambos relacionados con efectos adversos sobre la salud, ha publicado UGRDivulga, el centro de información de la Universidad de Granada.

Efecto del DDT y otros plaguicidas en los niños

Una reciente investigación, realizada por científicos de la Harvard School of Public Health (HSPH) y la Icahn School of Medicine at Mount Sinai (EEUU), ha revelado ahora que el DDT y otros pesticidas pueden provocar un aumento de trastornos del desarrollo neurológico en los niños, como trastorno por hiperactividad y déficit de atención (TDAH) o dislexia.

En un comunicado de la HSPH, los autores del estudio advierten de la necesidad urgente de una nueva estrategia mundial de prevención para controlar el uso de estas sustancias.

"La mayor preocupación es el elevado número de niños afectados por el daño en el desarrollo del cerebro causado por estos compuestos químicos, y que no cuentan con un diagnóstico formal. Estos niños sufren una reducción de su capacidad de atención, retraso en el desarrollo, y bajo rendimiento escolar. Productos químicos industriales están emergiendo como posibles causas de estos trastornos", afirma Philippe Grandjean, profesor adjunto de salud ambiental en la HSPH.

Sustancias peligrosas

El presente informe sigue a otro previo, realizado en 2006, en el que ya se identificaron cinco productos químicos industriales "neurotóxicos para el desarrollo"; sustancias químicas que pueden causar déficits cerebrales. El nuevo estudio ofrece resultados actualizados sobre esos mismos productos químicos, y añade información.

Entre ellos se encuentran el manganeso (que en exceso es tóxico, pues exposiciones prolongadas pueden provocar efectos adversos en el sistema nervioso o respiratorio); el fluoruro‎, el clorpirifós (organofosforado que provoca efectos neurológicos en el feto y los niños); el DDT; el tetracloroetileno‎ (que puede provocar daños irreversibles en el sistema nervioso central, hígado y riñones; y que se ha demostrado que es cancerígeno), y los polibromodifenil éteres (PBDE), muy extendidos por su uso como aditivos en plásticos y otros polímeros.

El informe esboza, además, los posibles vínculos entre estos neurotóxicos y la salud en los niños. Por ejemplo, señala que el manganeso está asociado con una función intelectual disminuida y una alteración...

jueves, 13 de febrero de 2014

¿Qué pasa en las USMIJ?


Las cosas que dicen sobre el Asperger en algunas Unidades de Salud Mental Infanto Juvenil

Enviado por Autismo Diario on 13 febrero, 2014.
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obelixjEn las escuelas de padres y también en la atención individualizada a las familias, éstas nos suelen contar su trayectoria o “peregrinaje” por diferentes profesionales hasta llegar a un diagnostico concreto, afortunadamente cada vez hay más especialistas conscientes de las dificultades de los chicos y chicas con Síndrome de Asperger, y de lo importante que es que empiecen cuanto antes a trabajar sus déficits y que su entorno familiar y escolar asuma y sepa como educarles.
Pero todavía persisten algunos discursos que se repiten demasiado frecuentemente y que son preocupantes por quienes los “vuelcan”; profesionales de la salud pública (psiquiatras y psicólogos) que lógicamente tienen una fuerte influencia sobre las familias. Su frecuente repetición, hace pensar que no se trata de una interpretación subjetiva de una familia concreta, sino de un discurso que persiste en algunos profesionales de las Unidades de Salud Mental Infanto Juvenil (USMIJ).
Uno de los discursos que más llama la atención, lo mostramos con palabras textuales expresadas por varios padres con autorización expresa para ser publicadas aquí: “Vuestro hijo es asperger porque lo llevasteis muy pronto a la guardería y se rompió el vinculo materno.” En primer lugar hay que decir que esta afirmación resulta de dudosa veracidad cuando todas las investigaciones y consensos científicos definen a los TEA como una disfunción o diversidad neurológica crónica con evidente base biológica y genética. Desde esta visión psicoanalítica del Síndrome de Asperger, ha debido partir la peregrina idea de recomendarles psicoanálisis a algunos jóvenes y adultos Asperger, con nulos y/o perversos resultados en muchos casos.
En segundo lugar, además de no ser cierta ,añade un daño emocional gratuito a los padres, un daño al cual no le encontramos ningún sentido terapéutico ni humano. Culpabilizarlos de que su hijo tiene Asperger como consecuencia de algún trauma infantil que le han infringido, es inútil y dañino, no beneficia a nadie y añade el problema de la culpabilidad a los que ya tienen, de asumir el diagnostico de su hijo/a, entender en que consiste y como aprender a educarle teniendo en cuenta sus diferencias neurobiológicas.
Incluso, en algunos casos, al culpabilizarles, algunos se sienten “en deuda” con sus hijos y para “compensar” tienden a súper protegerles produciéndose un efecto perjudicial para los propios chicos, que agrava sus dificultades de integración socio emocional.
Otro frecuente discurso es: “Vamos a esperar a que sea más mayor, no vamos a etiquetarlo tan pronto”. Este mensaje, en un primer momento tranquiliza a los padres, y parece razonable, pero cuando se dan cuenta de que pasan los meses o los años y que se agudizan los rasgos, se arrepienten y lamentan haber perdido tanto y tan valioso tiempo, sobre todo sabiendo de la demostrada eficacia y oportunidad de la Atención Temprana, para los TEA. Por no “etiquetar prematuramente”, se desperdicia un tiempo precioso de la primera infancia, justo el periodo con mayor plasticidad neurológica.
Este argumento que busca la aquiescencia de los padres, en cuanto que desprecia el término diagnóstico al compararlo con una etiqueta, es el que niega cualquier tipo de documento imprescindible a la postre para poder defender los derechos necesarios para una atención a la diversidad. Se retoma luego, cuando ya tienen problemas de integración con el grupo de pares, más graves y frecuentes, al no haberles facilitado a ellos en las terapias y a su familia en las escuelas de padres, las herramientas cotidianas para una mejor evolución e integración socioemocional.
Finalmente hay otro discurso perverso, cada vez menos frecuente, afortunadamente y es el de la negación del S.A. con frases como “Al chico lo que le pasa es que es cortito y no podrá hacer una carrera” frase dicha en algunos casos incluso delante de los chicos, con lo que salen convencidos de que “son tontos” y con la autoestima dañada.
En esta misma línea, aunque parezca la contraria, se les da de alta: “el chico ya esta bien” por contestar y comportarse correctamente en la consulta del profesional y tener buenas notas en el colegio, sin tener en cuenta las dificultades de empatizar con los demás y los problemas de integración y aceptación de su entorno, cuando quizás en ese momento está siendo víctima (casi todos lo son) de un acoso escolar que no se atreve ni a verbalizar, como nos ha sucedido en bastantes casos.
No quisiera alargarme en otros discursos similares, por no dispersarnos en demasiadas anécdotas, que las hay, pero me gustaría realizar un llamamiento al conjunto de los profesionales con capacidad y oportunidad de diagnosticar y tratar a estos chicos y chicas para realizar una reflexión seria y profunda de estos 3 discursos recurrentes, en aras de ser más congruentes con los argumentos científicos, evitar culpabilizar a las familias y prestarles el apoyo en positivo, que necesitan para educar de la mejor manera posible a sus hijos con Síndrome de Asperger o TEA similares.
Un artículo de:
Pepa Vera Oliver
Trabajadora Social de la Federación Andaluza de Síndrome de Asperger

miércoles, 12 de febrero de 2014

Upyd pide un protocolo nacional para tratar el trastorno de déficit de atención e hiperactividad

MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
El Grupo Parlamentario UPyD quiere que el Gobierno diseñe un protocolo nacional para atender a los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y que los Presupuestos Generales del Estado contengan una partida específica para atenderles.
Así consta en una proposición no de ley (PNL) registrada por la líder de UPyD, Rosa Díez, para su debate en comisión parlamentaria del Congreso de los Diputados y a la que tuvo acceso Servimedia.
“En España no existe una legislación estatal sobre esta materia, seis comunidades autónomas si cuentan con un protocolo general de coordinación, pero sigue existiendo una discriminación territorial tanto en tratamiento como en las ayudas que reciben los afectados dependiendo de donde vivan”, argumenta la agrupación magenta en la exposición de motivos.
La iniciativa propone que el Congreso de los Diputados inste al Gobierno a “presentar, en el plazo de 6 meses, un Plan Nacional donde se establezca un protocolo de coordinación entre los Ministerios de Sanidad y Educación” para tratar a los niños con TDAH.
El objetivo es que los niños con TDAH “puedan tener derecho a unos ajustes en el entorno escolar, dotando los medios necesarios tanto a los equipos de orientación psicopedagógica escolar como a los equipos de Neuropediatría y de Psiquiatría Infanto-Juvenil y favoreciendo la coordinación entre éstos”, propone UPyD.
DOTACIÓN PRESUPUESTARIA
Además, pide que se establezca “una dotación anual en los Presupuestos Generales del Estado para los afectados por éste trastorno”.
Asimismo, UPyD quiere instar al Gobierno a “utilizar los medios de los que dispone el Estado para concienciar a la sociedad sobre esta realidad, incluyendo formación específica a personal docente, y sanitario”.
“Promover la aplicación de protocolos de consenso para todo el territorio nacional para que un niño que recibe tratamiento en una Comunidad Autónoma siga recibiendo el mismo o similar tratamiento si cambia de residencia a otra Comunidad Autónoma”, es otra de las propuestas que contiene esta iniciativa de UPyD.
En la exposición de motivos, el grupo parlamentario que lidera Rosa Díez señala que “se estima que, en España, un 6,8% de jóvenes padece éste trastorno”, pero que “tan sólo un 3% ha sido diagnosticado”. “Y, lo que resulta todavía más alarmante, sólo un 1% recibe algún tipo de tratamiento”, añade UPyD.
UPyD explica que desde el momento en que el niño presenta los síntomas hasta que finalmente es diagnosticado “pueden pasar entre dos y seis años, debido principalmente al importante desconocimiento que existe sobre este trastorno del neurodesarrollo”.
PERIPLO
Y “cuando finalmente el niño es diagnosticado, las familias se enfrentan a importantes dificultades en el llamado circuito asistencial”, relata UPyD en esta proposición no de ley presentada para su debate en comisión parlamentaria.
UPyD recuerda que en junio de 2013 la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad aprobó una PNL del Grupo Parlamentario IU-ICV-CHA: La Izquierda Plural que abordaba la materia.
No obstante, UPyD añade que diferentes asociaciones y colectivos reclaman una ley estatal “para establecer protocolos de actuación a nivel sanitario y educativo para hacer frente a estos casos”.
(SERVIMEDIA)
11-FEB-14
VBR/gja


Leer más: Upyd pide un protocolo nacional para tratar el trastorno de déficit de atención e hiperactividad - EcoDiario.es http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/nuezene14/sociedad/noticias/5533473/02/14/Upyd-pide-un-protocolo-nacional-para-tratar-el-trastorno-de-deficit-de-atencion-e-hiperactividad.html#Kku8By8ww6AaYRhQ

lunes, 10 de febrero de 2014

En que consiste el tratamiento multidisciplinar para el TDAH

 
 
 
Después de haber obtenido un diagnóstico de TDAH es el momento de llevar a cabo un tratamiento multimodal para intentar eliminar o disminuir los síntomas del trastorno. Este tratamiento multimodal deberá abarcar el ámbito familiar, el escolar, e irá acompañado de intervenciones psicopedagógica y clínica, además de ser recomendable asociarse en la Asociación o Fundación más cercana.
Intervención familiar
Los padres tienen que estar permanentemente involucrados en el proceso de formación de sus hijos y para ello necesitan información y formación previa. El rendimiento escolar, junto con la opinión de los padres y lo adultos significativos, constituyen uno de los factores más decisivos en la formación de la autoestima.
La imagen de una familia estable, que protege pero a la vez fomenta la autonomía, constituye el pilar, a partir del cual el niño, más tarde adolescente y adulto, construirá una capacidad crítica que le permita desarrollarse de manera segura a lo largo de su vida.
Es conveniente que los integrantes de la familia compartan sus experiencias, fortalezas y carencias con grupos de familias que viven situaciones similares, ya que al escuchar a otras personas, les es posible identificarse y abordar la situación familiar de manera diferente y más funcional.
La intervención escolar es imprescindible al ser en el colegio en donde los niños con TDAH van a encontrar sus mayores dificultades, por su falta de atención y de control de impulsos en las actividades, por el mal seguimiento de las instrucciones escritas y orales, por realizar trabajos de peor calidad y por su dificultad para organizar y planear actividades que requieren de varios pasos. Por tanto, sería indispensable que los profesores acepten que los alumnos con TDAH requieren de un aprendizaje distinto y deben estar abiertos a cambios.
Los alumnos con TDAH necesitarán de una serie de adaptaciones ya sean significativas o no significativas, dependiendo del caso. Pero para poder obtener esas adaptaciones o apoyos del centro es necesario que se les realice una valoración psicopedagógica por parte del Equipo de Orientación Escolar, a partir de la cual se podría obtener la calificación de alumnos con necesidades educativas especiales si dicha valoración lo indicase.
Intervención psicopedagógica.
La intervención psicopedagógica debe ir dirigida al desarrollo de las capacidades intelectuales básicas y a modificar las funciones cognitivas deficientes en el alumnado con TDAH. Tiene como objetivo general prevenir y evitar el fracaso escolar, reducir los síntomas de conducta, formar en estrategias educativas eficaces a través de un apoyo de tareas de aprendizaje, además de fomentar un buen desarrollo personal.
Una formación eficaz y una intervención temprana reducirán considerablemente el riesgo de padecer algún trastorno comórbido. Una buena intervención psicopedagógica permitirá llevar a cabo los siguientes cambios positivos:
  • Mejorar la capacidad de atención sostenida, selectiva y su capacidad cognitiva.
  • Mejorar los procesos básicos del aprendizaje: atención, comprensión, percepción y memoria.
  • Facilitar la adquisición de hábitos de organización y constancia en el trabajo, el aprendizaje de técnicas de estudio.
  • Aumentar las expectativas educativas.
Los métodos más efectivos para realizar una buena intervención psicopedagógica irán encaminados a trabajar las siguientes áreas:
  • Problemas específicos: Lectura, Escritura y Cálculo.
  • Socialización, Competencia social, Habilidades Sociales.
  • Control de la impulsividad, Reflexividad y autocontrol.
  • Organización y uso de la agenda.
  • Técnicas de estudio.
Intervención clínica
Una correcta intervención clínica debe componer tres tipos de intervención: Psicológica, médica y en los casos que se requiera farmacológica.
La intervención médica debe ser realizada por profesionales médicos expertos en TDAH o al menos conocedores en profundidad del trastorno. En la mayoría de los casos suele incluir tratamiento farmacológico.
Actualmente, los fármacos más usados son el metilfenidato (tanto de acción corta como de acción prolongada) y la atomoxetina. Estos actúan sobre dopamina y la noradrenalina, respectivamente; las sustancias químicas afectadas en el cerebro.
Debe tenerse en cuenta que el TDAH puede estar acompañado además por otros problemas psiquiátricos, como depresión, ansiedad o trastornos de conducta ocasionados en su mayor parte por la falta de comprensión y apoyo para que puedan superar su déficit.
El porcentaje de que en los niños con TDAH aparezcan sentimientos depresivos se sitúa alrededor del 30%. Los problemas académicos y sociales que experimentan los niños con TDAH pueden provocar síntomas de indefensión (excesiva preocupación por los acontecimientos específicos, ansiedad de separación, fobia social?.) que van a incidir de forma negativa en la percepción de la competencia personal.
Debido al déficit que tienen en las Funciones Ejecutivas y al mal concepto que se suele tener de ellos y de sus capacidades, es frecuente que estén dañados emocionalmente, por lo que en un alto porcentaje de los casos el tratamiento debe estar acompañado de una intervención Psicológica que aborde las siguientes áreas
  • Mejorar su autoconcepto y autoestima
  • Impulsar el bienestar psicofísico para que lleven una vida autónoma
  • Aumentar su participación en la vida social favoreciendo su integración y normalización dentro del medio social y escolar
  • Mejorar la convivencia familiar
Algunas formas leves de TDAH se pueden controlar a veces con tratamiento no farmacológico, sin embargo, los estudios indican que el tratamiento más eficaz es la combinación de medicación, psicoterapia conductual, entrenamiento a los padres, y apoyo escolar. Los padres deben buscarse un médico para que evalúe y trate al niño.
Si se está tomando medicación, se deberá hacer un seguimiento médico del peso, talla y analíticas para corroborar que esta todo correcto. A veces puede producir algunos efectos secundarios generalmente leves como la disminución del apetito o del sueño, fácilmente reversibles bajando la dosis.

sábado, 8 de febrero de 2014

LUIS ROJAS MARCOS TDAH . «Llegué a pensar que simplemente era un niño malo»


http://www.fundacioncadah.org

Vista con perspectiva, la trayectoria del doctor Luis Rojas Marcos no puede ser más asombrosa. Sevillano nacido en 1943, su carácter distraído y nervioso no le ayudó nada en el colegio. De hecho, con catorce años tuvo que abandonar los jesuitas de Portaceli para ingresar en un colegio laico donde los expedientes de los alumnos eran menos brillantes. Por aquel entonces, el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) era un misterio ni siquiera estaba diagnosticado con lo que Luis parecía, sencillamente, un niño malo capaz de agotar a cualquiera.
Su talento natural para la música, que supo ver su madre, le llevó a aprender a tocar el piano, la guitarra y la batería. Y, como poco, le sirvió para fundar con un grupo de amigos el Cuarteto Yungay, un conjunto musical andaluz en el que tocaba la batería.
Desde muy joven quiso estudiar Medicina, pero lo de especializarse en Psiquiatría llegaría más tarde, en parte para conocerse mejor y entender muchas de las cosas que le pasaban y lo logró culminando su carrera en Nueva York, ciudad en la que se quedó a vivir y donde ha llegado a ocupar puestos tan importantes como el de presidente ejecutivo del Sistema de Sanidad y Hospitales Públicos de Nueva York de ahí que viviera muy de cerca los efectos en víctimas y familiares de los ataques del 11-S.
En la actualidad, mientras continúa escribiendo libros como eres tu memoria. Conócete a ti mismo y prosigue con su actividad docente e investigadora, es también miembro de la Academia de Medicina de Nueva York, de la Asociación Americana de Psiquiatría (miembro distinguido vitalicio) y de la Academia Americana de Medicina Paliativa.
Antes los niños no tenían TDAH, simplemente eran nerviosos «como rabos de lagartija», ya que hasta el año 94 no se diagnosticó este trastorno. ¿Cuándo tomó usted conciencia de que lo que le sucedía era un Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad?
Recuerdo que en los años 70, cuando estudiaba Psiquiatría en Nueva York, me daba clases Stella Chess, una especialista muy famosa y reconocida en Psiquiatría Infantil. Durante una de sus lecciones, explicó un trastorno relativo a la hiperactividad que iba unido a problemas de niños que habían sufrido traumas cerebrales o encefalitis. Fuera de eso, que no era mi caso, la conducta que iba describiendo me sonaba. Niños con mucha energía y dificultad para controlarla, pero que eran inteligentes. Fue entonces cuando empecé a pensar si todos mis problemas de la infancia se debían a un trastorno y no solo a una conducta. En resumen, que me di cuenta cuando ya era mayor y no tenía remedio [risas].
Digamos que tuvo una infancia movidita, ¿no es así?
Sí. Yo era un niño muy travieso. Con 6 y 7 años solía correr por los tejados de las casas en Sevilla. Los vecinos llamaban a mi madre y le decían: «¡Mira quién está por ahí!» Y mi madre se horrorizaba. Era un niño diferente y esa diferencia estaba en la cantidad de energía que tenía y en la incapacidad para controlarla y, claro, a esa edad lo llevas de un modo que tu entorno no acepta. Además a eso hay que sumarle la impetuosidad, lo que provocaba que interrumpiera constantemente a los demás, y que era inagotable. Yo antes de que el profesor hiciera una pregunta ya tenía la mano levantada. Y también estaba esa distracción continua que no te dejaba concentrarte y te hacía moverte de un lado a otro, hablar... Pero antes de conocerse el trastorno eso era ser un niño malo. Menos mal que a mí me salvaba un poco que era muy simpático.
Tendría contentos a los jesuitas donde estudiaba...
Con 11 años empecé a suspender cada vez más asignaturas. Estuve siete años en los jesuitas y ya tenía mi fama, así que muchas veces acababa sentado en la banca negra del fondo de la clase. Y la verdad es que no me sentía ni mal ni discriminado, aunque ahora lo veo de otro modo. Pero por aquel entonces los curas hacían lo que podían con toda su buena voluntad. Y no les culpo porque antes no se sabía nada. Eso sí, al final, con mucho cuidado, les dijeron a mis padres que era mejor que me llevaron a otro colegio. Acabé en uno de ?cateados?.
Con su trayectoria y su currículo cuesta mucho imaginarle en ese colegio del que habla.
¿En qué sentido?
Pues tuve mucha suerte, la verdad, porque la directora no sé qué vio en mí, pero pensó que algo podría rescatarse y me dijo: «A partir de ahora, tú te sientas en esta primera fila». Claro, yo acababa de salir de un colegio y estaba dispuesto a hacer lo que fuera para encauzarme. Además, me dejaban salir de clase cuando lo necesitaba... Todo aquello me ayudó mucho.
Con el cambio pude crearme mi propia identidad y comencé a funcionar mejor. Allí nadie sabía nada de mi historia, era nuevo y no tenía lastre. Ahora se llama reinventarse, y eso fue lo que hice aunque sin darme cuenta. Me sentía bien al aprobar los exámenes, al ver a mis padres contentos... Por eso un aspecto que recomiendo a los padres es que si sus hijos tienen ya la imagen de niño imposible en un colegio que le cambien a otro. Sé, porque me lo dicen, que es complicado, pero puede ser muy bueno.
Con nueve años estuvo encerrado en un calabozo, ¿cómo vivió aquella experiencia?
Muy mal. Todo comenzó porque un amigo que tenía en el pueblo de mi madre (Liendo, en Cantabria) me animó a prender fuego en el monte. La suerte es que se apagó sin mayores consecuencias, pero la Guardia Civil me encerró en lo que llaman ?La Perrera? y pasé allí la noche. Fue entonces cuando comencé a reflexionar sobre lo que me pasaba, porque sabía que no encajaba y que algo me sucedía, pero tampoco podía controlarme. No quería hacer daño a nadie y me preguntaba qué me ocurría, pero nadie era capaz de darme una explicación. A falta de ese diagnóstico del TDAH, piensas que eres simplemente malo dada la cultura de aquel momento.
¿Es angustioso verse sin redención posible?
Sí. Por eso en Semana Santa yo llegué a salir de Nazareno hasta con tres cofradías diferentes para ver si esto tenía arreglo y si Dios... Mi hermana melliza, que murió, me protegía y me decía: «No te preocupes, Luis, que esto te va a ayudar». Pero había que verme caminando más rápido que el resto de los cofrades, saliéndome de la fila....
Habla de su hermana pero, ¿y sus padres? ¿Cómo vivieron todo aquello?
Pues como un problema que tenían tanto ellos como yo porque entonces el éxito del hijo reflejaba el de los padres. Mi madre, de quién probablemente heredé el TDAH, lo llevaba mucho mejor que mi padre. A veces se reía de mis travesuras, lo cual era útil porque el gran peligro de este problema cuando no es entendido por la familia y la comunidad es que destruye la autoestima. Ten en cuenta que uno se pregunta si es que no sirve para nada, si no funciona, y además se ve metido en situaciones que con mala suerte te pueden llevar a la cárcel. Imagina si llega a haber víctimas en el incendio que te he comentado...
¿Hay muchos casos de TDAH que hayan acabado por esa mala suerte en el mundo de la delincuencia?
Pues si vas a la cárcel, al menos en EE UU, y entrevistas a delincuentes de entre 30 y 40 años verás que el 60% son hiperactivos que cometieron ese fallo primero y ya no pudieron salir de ese mundo. Por eso por un lado tenemos el camino de la delincuencia y, por otro, el de la depresión si no tienes suerte o no sigues un tratamiento.
¿Es que es muy habitual padecer depresión dentro de los afectados por TDAH?
Depresión, autocastigo... Hoy sabemos que el suicidio es más alto en personas con ese trastorno y que no se lo tratan. De hecho la tasa se incrementa un 15 por ciento.
Viéndolo así usted es de los que tuvo mucha suerte.
Sí, y también mucha ayuda. Mi madre estaba convencida de que la música amansaba a las fieras y un día me dijo: «Lo tuyo es la música, así que vas a aprender a tocar algún instrumento». Con 9 años tocaba el piano. Y eso le sirvió a mi hermano Alejandro para jugarse 50 pesetas conmigo a que no me atrevía a pasarme toda una noche practicando. Yo ya tenía 14 años, pero lo hice, eso sí con el pedal que amortigua el sonido apretado para no molestar a los vecinos. Es lo que comentaba. Tienes mucha energía y la puedes emplear en ganarte esas 50 pesetas o en hacer algo que vaya contra las reglas.
Y llegó a la Universidad y todo cambió, imagino, porque con la carrera no tuvo problemas. ¿Descubrió una fórmula de estudio válida para usted?
Así es. Aprendí a dividirme los temas en secciones, a hacerme resúmenes y esquemas y a organizarme, pero sobre todo me ayudó mucho aceptar que lo que otros compañeros podían aprender en media hora a mí me llevaría una. Pero para mí eso no es un problema porque tengo todo el tiempo del mundo, ya que al sobrarme tanta energía me puedo pasar sentado en el despacho escribiendo ocho o nueve horas. Aprendí a compensar: «Si voy a tardar más necesitaré dedicarle más tiempo a las tareas», pensé. Era el precio que tenía que pagar.
Emigró muy joven a Estados Unidos para estudiar y al final se quedó a vivir en Nueva York. ¿Se sintió como en casa en la ciudad que nunca duerme?
Tengo que reconocer que Nueva York es una ciudad tolerante y yo me sentí bien nada más llegar. Allí, por ejemplo, yo preguntaba y no esta mal visto. En aquella época en España cada vez que levantaba la mano para preguntar algo en clase me jugaba la autoestima de un mes a no ser que la cuestión que planteara fuera muy inteligente. Allí el profesor siempre encontraba algo positivo en la pregunta que cada uno hiciera y siempre aportaba con su respuesta. Encontré esa aceptación que buscaba.
Eso a pesar de sus peleas con el inglés...
Es verdad, porque yo hablaba inglés muy mal. Había estudiado en Inglaterra, pero mi nivel me servía solo para defenderme. De ahí a tener que manejarlo para ser médico... [Risas] Recuerdo que salí de Madrid en el año 68 y que vino toda mi familia a despedirme a Barajas. Entonces, en una tienda del aeropuerto, encontré un libro que anunciaba: «Aprenda a hablar inglés en un mes». Lo compré y pensé que era mi salvación, pero la realidad fue que tardé dos años en hacerme entender bien.
Ahora es usted padre de un hijo afectado por el TDAH. Imagino que para él eso ha sido muy positivo.
Mucho. Es muy bueno conocer a gente con tu mismo problema porque ayuda muchísimo. Eso y saber que no eres el único en el mundo. El sentimiento de universalidad es muy terapéutico, por eso funcionan tan bien las asociaciones en las que gente con un mismo problema se reúnen y hablan de sus experiencias.
Por curiosidad, ¿cuándo perdió el pudor de reconocer que padecía TDAH en público y por qué?
Pues eso es muy reciente. Diría que la primera vez que hable de este tema fue hace 6 años. He de señalar que tampoco me lo preguntaban porque a nadie se le ocurría si había tenido algún problema. Es curioso, pero la gente cuando funcionas piensa que no los tienes. «A este le va muy bien y no ha pasado por eso», piensan. Tampoco me sentía cómodo hablando de mi vida. Pero, como te decía, ha sido recientemente cuando he empezado a ver que quizás reconocer los propios fallos o limitaciones pueda tener un elemento de ayudas.
Fuente: TDAH Noticias.

sábado, 1 de febrero de 2014

Nace una nueva escuela online para las familias con TDAH

Los contenidos son del doctor Russell A. Barkley, considerado el número uno del mundo en el conocimiento de este trastorno

abc familia / Madrid
Día 01/02/2014 - 02.05h

La Fundación Mapfre y la Fundación Educación Activa han creado una Escuela online de especializada en Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) para padres y profesionales, con contenidos del doctor Russell A. Barkley, considerado el número uno del mundo en el conocimiento de este trastorno y catedrático de Psiquiatría Clínica de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur (EEUU).
El objetivo es proporcionar a padres y profesionales de la salud y de la educación información sobre este trastorno y su tratamiento con el fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de estas personas y de su entorno. Cuenta con un seguimiento y tutoría profesional de consulta y asesoramiento online, dónde una psicóloga especializada le resolverá todas las dudas
La Escuela, dirigida a padres, consta de 5 capítulos con más de 80 pautas para atender a niños y jóvenes en casa y en la escuela.
El curso para profesionales, consta de 15 capítulos y tiene como objetivo, la especialización de todos aquellos profesionales que completen la Escuela y pasen el examen correspondiente —obteniendo un título, certificado por Fundación Mapfre y Fundación Educación Activa—. Esta Escuela con gran riqueza de contenidos y valor en especialización se ofrece gratuita.
Los contenidos de esta escuela, pertenecen a un proyecto online muy similar, que el doctor Russell creó en Estados Unidos y que ha donado íntegramente a la Fundación Educación Activa.
A esta escuela se puede acceder a través de la dirección web: http://cursostdah.educacionactiva.com/ y www.educacionactiva.com. .